¿Quién se queda con la casa tras una separación con custodia compartida? Una guía clara y con ejemplos reales. 

¿Quién se queda con la casa tras una separación con custodia compartida? Una guía clara y con ejemplos reales. 

Cuando una pareja con hijos se separa o divorcia, uno de los temas que más dudas y conflictos genera es qué ocurre con la vivienda familiar. ¿Quién se queda en ella? ¿Durante cuánto tiempo? ¿Quién debe asumir los gastos? Y si además hay una custodia compartida de los hijos, la situación se complica aún más.

En este artículo te explicamos de manera sencilla y con ejemplos reales cómo funciona el reparto del uso de la vivienda familiar en estos casos, qué pasa si uno de los progenitores se va de la casa y qué consecuencias legales puede tener.

La vivienda en la custodia compartida: muchas posibilidades, pocos acuerdos.

En general, cuando una pareja con hijos se separa, la vivienda se atribuye al progenitor con quien se quedan los hijos. Pero cuando hablamos de custodia compartida, las opciones se amplían y los jueces tienen más margen para decidir en función del caso concreto. Algunas de las soluciones que se han venido adoptando son:

Casa nido:los hijos permanecen siempre en la vivienda y son los padres quienes se turnan para vivir allí. Esta fórmula suena idílica, pero requiere que ambos progenitores mantengan al menos dos viviendas (la común y la alternativa), lo que no siempre es viable económicamente. Además, suele generar muchos conflictos si la relación no es buena.

Atribución exclusiva a uno de los progenitores:se le concede el uso a quien más lo necesita (por ejemplo, si no tiene ingresos o no puede acceder a otra vivienda). Esta opción, aunque clara, puede generar sensación de injusticia en el otro progenitor.

División de la vivienda:solo si la casa lo permite, se puede hacer una división material para que cada uno viva en una parte. Es muy raro y requiere buena

convivencia.

Uso compartido: ambos progenitores siguen viviendo juntos. Solo se da en casos excepcionales y cuando hay buena relación o circunstancias muy particulares.

Ejemplo real:

Imagina una pareja separada con dos hijos de 8 y 10 años. Viven en un piso en Cáceres. Ambos progenitores tienen ingresos similares, pero la madre trabaja desde casa. El padre se ha mudado a un piso pequeño. En este caso, un juez podría decidir que el uso de la vivienda sea alterno cada semana, o incluso conceder el uso a la madre por ser su lugar de trabajo, siempre velando por el interés de los menores.

¿Y los gastos? ¿Quién paga qué?

Una duda muy común. Que uno de los progenitores se quede en la vivienda no significa que tenga que asumir todos los gastos. Lo normal es que los gastos ordinarios (luz, agua, comunidad) los pague quien reside, pero la hipoteca o el IBI pueden ser compartidos. Si no hay acuerdo, será el juez quien decida según los ingresos de cada uno y el régimen económico (gananciales o separación de bienes).

¿Y si la casa es de alquiler?

Si el contrato está a nombre de ambos, basta con acordar quién sigue viviendo allí y notificarlo al propietario. Aunque no es obligatorio comunicarlo, es recomendable para evitar problemas legales.

¿Qué pasa si uno se va de casa?

Muchas veces, en medio del conflicto, uno de los cónyuges decide marcharse. Esto no significa que pierda todos sus derechos, pero conviene saber que si no presenta una demanda en 30 días, puede considerarse abandono del domicilio conyugal. Eso podría influir negativamente si después quiere reclamar el uso de la vivienda.

Lo mejor: consultar antes de tomar decisiones precipitadas. En Qualit Abogados y Asesores abogamos por la abogacía preventiva como la mejor manera de solucionar problemas futuros e, incluso, evitarlos.

¿Quién decide si no hay acuerdo?

El juez. Si no se consigue un acuerdo, cualquiera de los dos puede pedir medidas provisionales o definitivas, y será el juez quien determine quién puede seguir usando la vivienda, quién paga qué y por cuánto tiempo.

Importante: el uso no decide la propiedad

El hecho de que uno de los progenitores use la vivienda no significa que se le adjudique como propietario. Eso se resolverá después, cuando se liquide el régimen económico matrimonial. Mientras tanto, el uso se concede en función de lo más beneficioso para los hijos.

¿Y  si  hay  una  custodia  compartida  de  mutuo acuerdo?

Es lo ideal. Si ambos progenitores pactan una custodia compartida, pueden incluir en su convenio regulador qué pasa con la casa. Por ejemplo, “ambos vivirán en ella alternándose por semanas”, o “el padre se traslada a otro domicilio y se compromete a pagar el 50% de la hipoteca”. El juez revisará que el acuerdo no perjudique a los menores y, en tal caso, lo aprobará. Está vía es la mejor de todas, pues te ahorrará costes económicos y emocionales.

Conclusión

En resumen, en custodia compartida no hay una única solución para el uso de la vivienda familiar. Todo depende del interés de los menores, la situación económica y personal de los progenitores y, por supuesto, de la voluntad de llegar a acuerdos, lo cual, siempre será la vía que recomendemos por su agilidad procesal y bienestar de las partes.

En QUALIT ABOGADOS Y ASESORES estamos para ayudarte a encontrar la mejor solución jurídica y humana, adaptada a tu caso.

¿Tienes dudas sobre tu vivienda tras una separación? No lo dejes al azar.

Consulta con nosotros y te orientaremos paso a paso.

Autores

0
Avatar

About QUALIT

    You May Also Like