Definimos los Juzgados como aquel organismo público que tiene como finalidad otorgar soluciones a los litigios que aquí se presenten, dando como resultado la de cosa juzgada. Normalmente, estos lugares se han ido construyendo por y para adultos, dejando al margen las diferentes interactuaciones que pudieran surgir con los menores, aun siendo éstos más que necesarios para su Señoría en la resolución de determinados pleitos. Es por ello que surge la pregunta de cuál es la manera correcta de interrelacionar ambos extremos.

“Dogtor Animal” ha optado por proponernos, de forma pionera, un método novedoso en España, a través de la figura del perro de apoyo a menores en Juzgados, teniendo cabida desde 2014 en los Juzgados de infancia de Madrid, intentando convertir las dependencias judiciales, a los ojos de aquellos menores que deben enfrentarse a una situación difícil, en un ambiente más humano, tranquilo y atractivo, ya que son éstos los ingredientes necesarios para una declaración productiva y sincera.

La presencia de estos animales a lo largo de estos años ha evidenciado que tiene una influencia manifiesta en los estados anímicos de los niños que se enfrentan a estas situaciones, reflejando mayor ausencia de movimientos nerviosos e inquietud, además de hallarse más proactivos en las interacciones comunicativas con los profesionales judiciales, ya que, aun encontrándose en sitio hostil, la presencia de estos animales favorece entrevistas más fluidas al sentirse más seguros y relajados.

Es por ello que cabe preguntarse – ante una manifestación tan positiva en la inclusión de estos perros adiestrados específicamente para apaciguar a los menores en declaraciones judiciales, con resultados fácticos y visibles –  cuándo vamos a presenciar su inclusión a través de una normativa y regulación legal aplicable en todos y cada uno de los Juzgados de territorio nacional, no sólo en aspectos de familia, sino en todas aquellas materias que tengan cabida, como por ejemplo, procedimientos de incapaces.

Debe resultar, por tanto, esta iniciativa un buen punto de partida no sólo como debate, sino de concienciación, que nos lleve a la apertura progresiva de las puertas de los Juzgados, además de los humanos, a aquellos animales que nos ayuden a “humanizarnos”.

Joaquín Flores Rodríguez